"A violência é uma área cinza" – (inter)visões sobre o fenômeno da violência sexual: nuances e caminhos da saúde-educação.

Abstract

Sexual violence constitutes a complex and multifaceted phenomenon that involves considering the intersectionality of race-class-gender. The issue of gender stands out as a category of historical analysis: sexual violence is gender-based violence. This statement is not only represented in the observation that the majority of people raped are women, but in the recognition of a system of patriarchal domination: racist, capitalist and sexist. Violence accompanies us and we have all been violated in some way, just feel like a woman. One of the representatives that characterizes female subservience is the culture of rape – a practice of slavery and war, naturalized in the social imagination – a condition that explains the need for emergency hospital care based on the protocol studied. It comprises a flow of care that is intended to be humanized, consisting of: reception, exams, medications, among other actions that aim to reduce the impacts on the health of people violated, as well as from a global perspective, seeking a culture of peace. This work represents a dissertation presented at the Postgraduate Program in Education at Unioeste (PPGE-FB), whose reflections revolve around the history and applicability of the protocol for assisting people in situations of sexual violence, centered on the narratives of nine professionals, in a qualitative view. This active and welcoming way of listening represents the same thing that we sought to experience with the professionals interviewed, based on the phenomenological method, composing individual interviews. The phenomenological interview is understood as an open way of listening, accepting, diving into the encounter with the other and their narrative. The material produced by the speeches was transcribed and analyzed, seeking the senses and meanings that the experience of accepting cases of sexual violence reaches, constituting 'units of meaning'. This synthesis is represented in the topics: violence-protocol, gender-intersectionalities and health-education-humanization. The contents revealed a distance in relation to the theme, whose approach took place after the institution of the protocol, with different views emerging. For some professionals it represents a milestone in care, for others it is an obligation that is reproduced in the emergency flow of hospital care. The use of protocols in healthcare spaces seeks to ensure greater safety and quality of care, however, the way each actor interprets, affects and materializes, as well as the interdependence of multidisciplinary practice, may not correspond to what is recommended, leading to revictimization. From professional discourses and institutional records, it was possible to verify the invisibility of adult female bodies, demarcated in relation to black women and the LGBTI+ population, with care aimed at children predominating, not always corresponding to the protocol criteria. From a training perspective, the theme of gender and sexuality remains in a marginal place, evoking the need for them to be insistently worked on, understanding the educational processes belonging to our ways of becoming. Although the protocol is governed by the National Humanization Policy and constitutes an instrument of health education, the need to transgress the current order that dehumanizes us, well represented in the paths of feminist education, was evident. In this sense, the research meets feminist criticism, with emphasis on black feminism, in the construction of affirmative educational practices that can dignify the lives of all corporeality, corresponding to the health-education that we so much want: for everyone

La violencia sexual constituye un fenómeno complejo y multifacético que implica considerar la interseccionalidad raza-clase-género. La cuestión de género destaca como categoría de análisis histórico: la violencia sexual es violencia de género. Esta afirmación no sólo se representa en la observación de que la mayoría de las personas violadas son mujeres, sino en el reconocimiento de un sistema de dominación patriarcal: racista, capitalista y sexista. La violencia nos acompaña y todas hemos sido vulneradas de alguna manera, solo siéntete mujer. Uno de los representantes que caracteriza el sometimiento femenino es la cultura de la violación –práctica de esclavitud y guerra, naturalizada en el imaginario social–, condición que explica la necesidad de atención hospitalaria de emergencia a partir del protocolo estudiado. Comprende un flujo de atención que se pretende humanizar, compuesto por: recepción, exámenes, medicamentos, entre otras acciones que apuntan a reducir los impactos en la salud de las personas vulneradas, así como desde una perspectiva global, buscando una cultura de paz. Este trabajo representa una disertación presentada en el Programa de Posgrado en Educación de la Unioeste (PPGE-FB), cuyas reflexiones giran en torno a la historia y aplicabilidad del protocolo de atención a personas en situación de violencia sexual, centrada en las narrativas de nueve profesionales, en una visión cualitativa. Esta forma de escucha activa y acogedora representa lo mismo que buscamos experimentar con los profesionales entrevistados, a partir del método fenomenológico, componiendo entrevistas individuales. La entrevista fenomenológica se entiende como una forma abierta de escuchar, aceptar, sumergirse en el encuentro con el otro y su narrativa. El material producido por los discursos fue transcrito y analizado, buscando los sentidos y significados que alcanza la experiencia de aceptar casos de violencia sexual, constituyendo 'unidades de significado'. Esta síntesis está representada en los temas: violencia-protocolo, interseccionalidades de género y salud educación-humanización. Los contenidos revelaron un distanciamiento en relación al tema, cuyo abordaje se produjo después de la institución del protocolo, surgiendo diferentes miradas. Para algunos profesionales representa un hito en la atención, para otros es una obligación que se reproduce en el flujo de urgencia de la atención hospitalaria. El uso de protocolos en los espacios de salud busca garantizar mayor seguridad y calidad de la atención, sin embargo, la forma en que cada actor interpreta, incide y materializa, así como la interdependencia de la práctica multidisciplinaria, puede no corresponder a lo recomendado, conduciendo a la revictimización. A partir de discursos profesionales y registros institucionales, fue posible verificar la invisibilidad de los cuerpos femeninos adultos, deslindados en relación a las mujeres negras y a la población LGBTI+, predominando los cuidados dirigidos a los niños, no siempre correspondiendo a los criterios protocolarios. Desde una perspectiva formativa, el tema de género y sexualidad permanece en un lugar marginal, evocando la necesidad de trabajarlos con insistencia, entendiendo los procesos educativos propios de nuestros modos de llegar a ser. Si bien el protocolo se rige por la Política Nacional de Humanización y constituye un instrumento de educación en salud, fue evidente la necesidad de transgredir el orden actual que nos deshumaniza, bien representado en los caminos de la educación feminista. En este sentido, la investigación encuentra la crítica feminista, con énfasis en el feminismo negro, en la construcción de prácticas educativas afirmativas que puedan dignificar la vida de toda corporalidad, correspondientes a la educación-salud que tanto deseamos: para todos y para todas.